En 1979, se clausuró teóricamente “la última casa de Alta Costura de España”. Así lo relataba la profesora de historia del arte, Sílvia Rosés Castellsaguer en “La muerte de la alta costura española: crónica de un final”, estudio publicado por la Universidad Autónoma de Madrid, quien hace coincidir dicho fin con el cierre de la firma del modisto Pedro Rodríguez.
A partir de entonces, muchos diseñadores se dejaron tentar por el prêt-à-porter mientras cada vez se hacían más fuerte el “fast fashion”y el espectáculo de esa moda transitoria. Sin embargo, algunos creadores de nuestro país seguían preocupándose por mantener viva esa llamada “Alta Costura española” que en los años 50 y 60 protagonizaron unos modistos que alcanzaron “una gran madurez creativa y una elevada calidad en sus propuestas”, como apunta Rosés Castellsaguer, aludiendo a Manuel Pertegaz, Asunción Bastida, Cristóbal Balenciagao Elio Berhanyer, entre otros.
Una moda de autor, una costura de factura impecable y materiales exquisitos que esos pocos creadores llevan décadas practicando y defendiendo, y a la que hoy se suma la mayor parte del mundo de la moda, consciente de la necesidad de una elaboración cuidada y un consumo responsable, además de la urgencia de proteger nuestro patrimonio y la producción artesanal.
En línea con esa “moda lenta”, en octubre de 2016, la edición española de la revista Vogue se refería a una diseñadora “hechizada por lo artesanal” y con “unos diseños que rozan lo extraordinario”, y utilizaba un concepto como alternativa al de Alta Costura -término solo permitido para quienes cumplen los requisitos que marca la Fédération de la Haute Couture et de la Mode francesa. El concepto: Costura de Autor. La diseñadora: la gallega Helena Mareque. Aunque, todo hay que decirlo, la revista de moda solo se hacía eco de una expresión que Mareque llevaba dos décadas ya utilizando.
Tres años después, el 23 de abril de 2019, la propia Helena Mareque, junto a los diseñadores Cristina Martínez-Pardo Cobían, Diego Estrada y Teresa Rodríguez-Tabernero de Briz, crean la Asociación Costura de Autor, dejando claro sus propósitos en sus propios estatutos: “elevarla creación de prendas exclusivas, hechas a medida, de manera artesanal, con telas de muy alta calidad y confeccionadas al detalle por costureros de experiencia”.
Sí, un proyecto ya hecho realidad, gracias a unos necesarios “cómplices” (como Marta Elorza, presidenta de la asociación, y el bufete de abogados Cremades & CalvoSotelo, que decidieron “estar junto a los más grandes de la marca España en el mundo, en lo que respecta al diseño y la costura”), y que cuenta como asesor al filólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Benito Rial Costas, con quien hablamos para entender no solo el porqué de esta asociación sino cómo fue tejiendo el hijo argumental que mueve a “Costura de Autor.”
¿Cómo podría definirse el concepto “Costura de Autor”?
Su propio nombre, «Costura de Autor», condensa y define su filosofía a través de lo que, a primera vista, podría parecer una contradicción. «Costura» apunta a una labor artesanal y tradicionalmente anónima, mientras que «autor» sugiere originalidad, propiedad, autoridad y arte. “Costura de Autor” condensa ambas ideas.
“Costura de Autor”se inspira, como recoge sus estatutos, en la Alta Costura francesa, pero…¿qué separa ambos conceptos y qué los une?
La similitud en los nombres y en sus siglas (CA y AC) apunta a su proximidad. En ambos términos subyacen las mismas ideas, pero “Costura de Autor” retoma, en cierto sentido, los ideales que, en un principio, inspiraron y motivaron lo que es hoy la Alta Costura. “Costura de Autor” no reúne y da voz a ‘maisons’ sino que, por encima de todo, representa personas, artistas, autores.
Costura entendida como arte (el lado más artístico de la moda) o Costura entendido como oficio (el lado más profesional, más práctico de la moda). ¿Con cuál nos quedamos?
En “Costura de Autor” creemos que arte y oficio no son dos cualidades necesariamente contrapuestas. La Costura, como tradición, está cargada de valor artístico. Se trata, sin embargo, de un arte anónimo, que no busca la notoriedad o la originalidad gratuita a costa, incluso, del acabado y manufactura. Es el Autor el que, recogiendo ese bagaje y reinterpretándolo, da un nuevo valor a esa tradición sin traicionarla.
En esa “Costura de Autor”,¿qué papel concreto juega el diseñador de moda?
En Costura de Autor, el diseñador es el intérprete original de una tradición. Autor y tradición son indispensables en Costura de Autor. Sin autor, hablaríamos solo de artesanía. Sin tradición, hablaríamos simplemente de moda.